Por una mente sana
Pero lo primero que tienes que hacer es reconocer que te encuentras mal anímicamente (que tienes síntomas depresivos) o que tienes síntomas de ansiedad y aceptar que estás dispuesto a buscar una solución.
Muchas veces los síntomas depresivos o los síntomas de ansiedad aparecen muy solapadamente, con alteraciones anímicas leves (pero muy molestas y continuadas) y/o con síntomas somáticos que hacen aparentar otro tipo de enfermedad orgánica.
Por ejemplo, pueden aparecer con sensación de inquietud continuada, nerviosismo interior, acelero, molestias digestivas difusas y variadas (episodios de diarrea o de estreñimiento, molestias gástricas, digestiones pesadas, flatulencia, ruidos intestinales muy molestos, …).
En muchas ocasiones hay alteraciones en el sueño, con dificultad para conciliar el sueño, pero también con despertares frecuentes durante la noche (a veces despertándote bruscamente con tensión y sudoración) o despertándote pronto a primera hora de la mañana sin poder coger más el sueño. Todas estas alteraciones provocan que tengas una muy mala sensación de descanso y que estés cansado durante todo el resto del día.
A veces se reconocen estos síntomas por alteraciones en el apetito, tanto por pérdida de apetito (con sensación de no tener hambre o de no disfrutar de las comidas) o con aumento de la ansiedad por comer, lo que provoca la aparición de episodios de ingesta brusca de alimentos, pero sin disfrutar de los mismos, tomándolos para buscar formas de control de la ansiedad (que muchas veces aparece como sensación de vacío en el estómago).
Muchas personas comienzan a notar alteraciones en su memoria, que son sobre todo alteraciones en la atención y en la concentración. Estos síntomas asustan mucho y provocan una sensación clara de sentirse muy mal haciendo aparecer la sensación de estar desarrollando un deterioro progresivo del que uno no se va a recuperar.
Otro síntoma frecuentísimo, muy típico y sobre el que debes estar muy atento es la sensación de IRRITABILIDAD FÁCIL, que aparece, sobre todo, hacia tus personas más cercanas y que te provocan una alteración en las relaciones con las personas más queridas o más cercanas a nosotros. Muchas veces te das cuenta después y te arrepientes de tu reacción, pero ya es tarde y te sientes culpable y aún peor de ánimo.
Y sobre el estado de ánimo tienes que valorar si te encuentras con menos ilusión por el desarrollo de tus actividades habituales, si estás apático. Valora de forma principal si no estas disfrutando de las cosas que habitualmente te han hecho disfrutar mucho, eso es la ANHEDONIA, y es un síntoma principal en las alteraciones del estado anímico y en la depresión.
¿Qué puedo hacer si considero que tengo algunos, muchos o todos estos síntomas que te he descrito de forma somera?
Ya el hecho de reconocer estos síntomas es un paso favorable, porque muchas veces estamos tan confundidos, tan irritados (con nosotros mismos y con todos los demás, con el mundo en general) y tan asustados, que pensamos que nada ni nadie nos puede ayudar.
Además, somos nosotros los que debemos reconocer estos síntomas y este malestar que nos afecta, porque, en muchas ocasiones, si son terceras personas (aunque sean muy cercanas, o peor si son muy cercanas) las que nos hacen ver que podemos tener un problema depresivo o de ansiedad reaccionamos mal, con disgusto, con más irritabilidad y enfado, casi sintiéndonos agredidos por el hecho de que nos digan que podemos tener un problema de salud mental.
Aún no comprendemos estos síntomas
y su relación con el estilo de vida actual
Todavía en el subconsciente colectivo tenemos integrada la “enfermedad mental” como un trastorno no aceptado ni aceptable, es algo tabú y casi (o sin casi) un insulto a nuestro ego. No hemos comprendido aún la naturaleza de estos síntomas, la relación con el estilo de vida actual y la altísima prevalencia en toda la población mundial en el momento actual.
Volvamos al inicio de este párrafo:
Sobre todo, SABIENDO que estos trastornos, estos problemas, estos síntomas, este malestar, esta alteración en tu vida cotidiana, TIENEN CURA y se pueden mejorar de forma global y continuada.
Para eso estamos nosotros (y yo en concreto), los PSIQUIATRAS, que somos MÉDICOS ESPECIALISTAS que nos dedicamos a todos los trastornos, enfermedades y síntomas que tienen que ver con la Salud Mental de la persona, valorando los síntomas, buscando las causas (como en cualquier otra enfermedad), estableciendo un diagnóstico e indicando el tratamiento, psicoterapéutico y/o psicofarmacológico, que sea necesario.
….pero no hay que tener ningún miedo a las pastillas, a los fármacos, cuando están utilizados e indicados de forma razonada y razonable, según unos criterios médicos estrictos y en la dosis justa y consecuente, valorándose cuando tienen que indicarse, pero también hasta cuando tienen que mantenerse, que la leyenda negra indica que una vez empiezas con pastillas en Salud Mental ya nunca las vas a dejar, lo cual es un BULO y, por lo tanto, es FALSO.
Pues también como MÉDICOS que somos, los PSIQUIATRAS tendremos que valorar cuanto y cómo está afectando la enfermedad o el trastorno en la persona, en sus relaciones personales o sociales y en su actividad profesional.
De esta forma, si es preciso, tendremos que valorar la necesidad de interrumpir, momentáneamente, la actividad profesional de la persona, como ocurriría con cualquier otra enfermedad, y tener que recomendar el inicio de una Incapacidad Laboral Transitoria, hasta tener una recuperación completa o suficiente para el desarrollo de nuevo de nuestra actividad laboral.
No podemos sentirnos inferiores por tener un trastorno que afecte al estado anímico o emocional, que por otra parte afecta a un número elevadísimo de personas (cada vez más alto, por nuestros alterados hábitos y estilos de vida), de toda clase, condición, sexo, edad, actividad laboral, estado social, … en fin, que nos afecta a todos.
Por tanto, no dudes en pedir ayuda, como lo harías para cualquier otro malestar, trastorno o enfermedad que puedas sufrir o padecer.
Cómo te puedo ayudar
Médico especialista en PSIQUIATRÍA, con más de 30 años de experiencia profesional
Desde ahora mismo voy a tratar de ayudarte y de colaborar contigo a resolver estos problemas, estos síntomas, este malestar que te está afectando y a aclararte situaciones que están confusas y que te pueden resultar útiles en el presente o en el futuro.
Para ello te ofrezco, para que lo puedas descargar en tu ordenador o en tu teléfono, una guía de síntomas de ansiedad y de depresión:
Una guía de los síntomas de ANSIEDAD o de DEPRESIÓN que suelen aparecer en el inicio de estos procesos clínicos, cuando los síntomas son insidiosos, no bien definidos y, por tanto, sin un diagnóstico claro.
¿A qué email te envío la GUÍA ?
Desde ahora mismo voy a tratar de ayudarte y de colaborar contigo a resolver estos problemas, estos síntomas, este malestar que te está afectando y a aclararte situaciones que están confusas y que te pueden resultar útiles en el presente o en el futuro.
Para ello te ofrezco, para que lo puedas descargar en tu ordenador o en tu teléfono, dos documentos que te van a poder servir con total seguridad:
Una guía de los síntomas de ANSIEDAD o de DEPRESIÓN que suelen aparecer en el inicio de estos procesos clínicos, cuando los síntomas son insidiosos, no bien definidos y, por tanto, sin un diagnóstico claro.
Esta guía te va a ayudar a comprender o enmarcar en un diagnóstico el malestar que estas sufriendo y a poder aceptarlo, reconocerlo y pedir ayuda para su resolución.
Una guía descriptiva sobre la INCAPACIDAD LABORAL en España, para que sepas como funciona, cuando puedes acceder a ella y los diferentes tipos y grados que existen.
Sabiendo que también podemos hacer una valoración pericial, si así se precisa, para definir el tipo de Incapacidad que el proceso clínico nos puede estar causando y su pronóstico de futuro.
¿A qué email te envío la GUÍA ?
© 2022 | Dr. Enrique Gómez-Álvarez Salinas | Psiquiatría