Los humanos tenemos un riesgo alto de caer en adicciones.
Para la persona adicta al trabajo la adicción es la su propia actividad laboral.
En inglés se utiliza el término “workaholic”, que viene de la contracción de trabajo y alcohólico. Se traduciría literalmente como “trabajólico”. Yo prefiero utilizar nuestro idioma: persona adicta al trabajo.
La persona adicta al trabajo se caracteriza por ser una persona que tiene una necesidad excesiva e incontrolable por trabajar de forma constante, a pesar de que este comportamiento está interfiriendo en su salud física y emocional, a la vez que está alterando su vida social y familiar.
Comportamientos habituales en la persona adicta al trabajo:
Trabaja más de 45 horas a la semana y durante al menos 6 días (cuando no los 7) de la semana
Trabaja hasta altas horas de la noche y descansa lo mínimo.
Trabaja aun estando enfermo
El hogar es una oficina más, porque se lleva el trabajo a casa
La persona adicta al trabajo a menudo come en el trabajo o aprovecha el tiempo de paso entre un lugar de trabajo y otro cuando está pluriempleado
Nunca rechaza nuevos proyectos, nuevos clientes o nuevas responsabilidades en el trabajo. No sabe (o no quiere) decir que no al trabajo.
Necesita que le digan que es un trabajador muy eficiente y muy entregado a su trabajo
Trata de acortar el tiempo de contacto interpersonal para poder seguir trabajando
El tema principal de conversación es el trabajo
No disfruta del tiempo libre (no quiere vacaciones ni descansar los fines de semana). A la persona adicta al trabajo el tiempo ocioso le molesta. Si marcha de vacaciones pasa mucho tiempo pensando en el trabajo o se dedica a él contestando llamadas, correos electrónicos o con otras formas de actividad laboral encubiertas.
Criterios para medir la adicción al trabajo:
El Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Bergen, en Noruega, estableció los siguientes criterios para que la propia persona pudiese medir si era adicta al trabajo:
1- Piensas en cómo puedes liberar más tiempo para trabajar.
2- Pasas mucho más tiempo trabajando de lo previsto inicialmente.
3- Trabajas con el fin de reducir los sentimientos de culpa, ansiedad, impotencia y/o depresión.
4- Otros te han dicho que reduzcas el trabajo y no los has escuchado
5- Te estresas si te prohíben trabajar.
6- Evitas aficiones, actividades de ocio y/o ejercicio a causa de tu trabajo.
7- Trabajas tanto que ha influido negativamente en tu salud.
Si respondes “a menudo” o “siempre” a, al menos, 4 de estos 7 criterios entonces te puedes considerar una persona adicta al trabajo.
Es importante que la propia persona pueda hacer una reflexión sobre estos criterios porque uno de los elementos claves en la persona adicta al trabajo es la negación de la propia persona a lo que está sucediendo.
La persona adicta al trabajo (workaholic) llega a creerse las justificaciones a las que recurre ante las quejas de su familia o de sus compañeros de trabajo y siempre encuentra una explicación a su exceso de trabajo.
Síntomas que presenta la persona adicta al trabajo
Si la persona no se da cuenta de esta situación y mantiene su adicción al trabajo está abocada a tener síntomas físicos y emocionales que se corresponden con el Síndrome de Desgaste profesional, cuyos síntomas principales son los siguientes:
1- Agotamiento físico y mental prolongado en el tiempo
2- Sensación de fatiga
3- Disminución de la autoestima
4- Reacción psicológica negativa hacia la actividad laboral.
5- Bajo rendimiento y desmotivación
6- Ansiedad
7- Alteración del sueño
8- Somatizaciones: Fundamentalmente molestias digestivas y dolores de cabeza
9- Irritabilidad
10- Síntomas depresivos
Pincha aquí si quieres saber más sobre los síntomas del Síndrome de Desgaste profesional
Pero lo más importante es que la persona adicta al trabajo aprenda a reconocer su malestar y sepa desconectar de su trabajo.
Pincha aquí si quieres realizar una adecuada desconexión laboral