El 10 de octubre de 1992 quedó establecido por la Federación Mundial de la Salud Mental que todos los días 10 de octubre de cada año se celebrase el Día Mundial de la Salud Mental.
Desde entonces se ha mantenido esta celebración cada año con la finalidad de crear conciencia en la comunidad global sobre los diversos problemas que afectan la salud mental en la población mundial y tratar de generar cambios que puedan mejorar esta parte vital en la salud de las personas.
Este año 2024 el tema elegido para el Día Mundial de la Salud Mental es “la salud mental en el trabajo”.
El lema es “Trabajo y Salud Mental, un vínculo fundamental”
Hay que concienciar a todo el mundo que unas condiciones adecuadas de trabajo hacen que mejore la salud mental, mientras que unas condiciones laborales deficientes perjudican el bienestar mental, provocando también una reducción en la productividad del trabajador.
#WordlMentalHealthDay
#DíaMundialDeLaSaludMental
El principal problema de Salud Mental relacionado con el trabajo es el hecho de tenerlo o no tenerlo, ya que la ausencia de trabajo o la pérdida del mismo es uno de los factores principales que causan malestar anímico y emocional en las personas y por tanto está relacionado con la presencia de síntomas depresivos y/o de ansiedad.
Sin embargo, el Día Mundial de la Salud Mental que celebramos el presente año 2024 se centra fundamentalmente en los factores relacionados con el trabajo que desarrollamos y en la búsqueda de las condiciones más favorables para su desarrollo, que eviten la presencia de factores que afecten nuestra salud mental.
Hay que tener en cuenta que pasamos un número muy elevado de horas en nuestro entorno laboral y que una situación anómala, aún de escasa importancia, puede repercutir muy negativamente en nuestra salud mental debido al desgaste continuado que provoca en la persona.
El malestar continuado en el trabajo puede provocar una alteración del estado anímico y emocional en la persona, que se corresponden con lo que denominamos “Síndrome del trabajador quemado” o “síndrome de desgaste profesional”
Los síntomas fundamentales que provoca el malestar en el trabajo y que trata de poner en evidencia el Día Mundial de la Salud Mental de 2024, son los siguientes:
- Agotamiento físico y mental prolongado en el tiempo.
- Sensación de fatiga continuada.
- Fracaso e impotencia personal.
- Disminución de la autoestima.
- Reacción psicológica negativa hacia la actividad laboral, de la que ya no disfrutamos.
- Descenso de la productividad laboral, bajo rendimiento y desmotivación.
- Síntomas de ansiedad. Inquietud interior, nerviosismo, acelero, episodios de opresión precordial y taquicardia.
- Alteración del sueño. Causado por un pensamiento continuado en el trabajo con temor a su afrontamiento.
- Malestar físico variado, con presencia, fundamentalmente, de dolores frecuentes de cabeza y alteraciones digestivas (dolor epigástrico, malas digestiones o alteración del hábito intestinal).
- Cambios en el comportamiento habitual, con indiferencia, irritabilidad fácil y/o endurecimiento en el trato.
- Síntomas depresivos, fundamentalmente dominados por apatía, decaimiento y disminución de la capacidad de disfrutar de las cosas que siempre nos han gustado (lo que llamamos anhedonia)
Es importantísimo identificar pronto estos síntomas para buscar soluciones y tratar de resolverlos, con la finalidad de evitar el desarrollo de un trastorno por ansiedad generalizada o un cuadro depresivo más grave y continuado.
Y más importante aún es poder llevar a cabo una labor preventiva, de estudio y control de la actividad laboral de los trabajadores y de los factores favorecedores de una inadecuada dinámica laboral, para evitar esta alterada relación trabajador/trabajo que pueda evitar la aparición de mecanismos estresantes y negativos en el contexto laboral.
Esto es lo que se pretende difundir en este Día Mundial de la Salud Mental dedicado a la salud mental en el trabajo
Lo primordial es entender que hay que llevar a cabo una labor de prevención y que se debe realizar de forma conjunta por parte de la empresa y del trabajador.
Las empresas deberían preocuparse por la calidad de vida laboral de sus trabajadores. Y no sólo por la necesidad de lograr que sus trabajadores tengan una buena salud y bienestar, sino también por propio beneficio empresarial. El empleado que cuyo trabajo esté afectando a su salud mental va a rendir mucho menos y, por tanto, va a ser mucho menos productivo para la empresa.
Es muy importante que las empresas puedan desarrollar un programa encaminado a lograr el bienestar laboral, para poder observar a los trabajadores en su campo de acción, escucharlos, atenderlos y fomentar un buen clima de relaciones laborales, todo encaminado a prevenir estos procesos y detectar los casos de una manera muy precoz para poder darles una rápida solución.
Las redes de comunicación en la empresa deberían ser fluidas, promoviendo la participación de todos los trabajadores y promoviendo la existencia de unos mecanismos adecuados y seguros que permitan al trabajador expresar sus preocupaciones y sus propuestas para establecer una relación laboral más sana.
El fomento de la formación laboral es primordial también para que disminuya el riesgo de sufrimiento ocasionado por el trabajo.
La flexibilidad horaria, cuando ello sea posible, favorecería enormemente el rendimiento positivo del trabajador, haciéndolo más adaptado a las necesidades propias de su vida familiar, personal, social y laboral.
