El Trastorno de atracones es un proceso clínico muy frecuente que se encuentra encuadrado dentro de los Trastornos de la conducta alimentaria y de la ingestión de alimentos.
La persona que lo padece tiene episodios frecuentes y continuados (recurrentes) de atracones.
Diagnóstico del Trastorno de atracones
Lo primero es definir “atracón”
El atracón es la ingestión desenfrenada de alimentos en un periodo determinado.
Esta ingestión es muy superior, en cantidad, a la que la mayoría de las personas ingerirían en un periodo similar.
Habitualmente se valora que esta ingestión elevada de alimentos se produce dentro de un periodo de dos horas
Durante el atracón hay una falta de control sobre lo que se ingiere, con la sensación de que no se puede dejar de comer o no se puede controlar lo que se toma o su cantidad.
En el trastorno de atracones se asocian, al menos, tres de los hechos siguientes:
- Comer mucho más rápidamente de los normal.
- Comer hasta sentirse desagradablemente lleno.
- Comer grandes cantidades de alimentos, aunque no se siente sensación de hambre.
- Comer solo, ya que se siente vergüenza de lo que se come.
- Sentirse posteriormente a disgusto con uno mismo.
Para poder llegarse a este diagnóstico se deben producir, al menos una vez a la semana durante un periodo de tres meses.
Diferencia con la Bulimia:
Se diferencia de la Bulimia, que es otro trastorno de la conducta alimentaria, porque en la Bulimia existen comportamientos compensatorios inapropiados, continuados, para evitar el aumento de peso, como son el vómito autoprovocado, el uso anómalo de laxantes o diuréticos (automedicados por el paciente), el ayuno intenso o el ejercicio excesivo.
En la mayoría de los casos, la persona que sufre un Trastorno de atracones presenta aumento de peso o, incluso, obesidad.
El ejemplo de este trastorno de atracones es la persona que siente, de forma periódica y frecuente, deseos de ingerir alimentos de una forma descontrolada, pero que no contrarresta el atracón provocándose el vómito, haciendo ayunos intensos o ejercicios extenuantes, como ocurre en la bulimia.
La gravedad del Trastorno de atracones se cuantifica por el número de episodios que se producen en una semana, según el siguiente criterio:
–Leve: 1 a 3 atracones a la semana
–Moderado: 4 a 7 atracones a la semana
–Grave: 8 a 13 atracones a la semana
–Extremo: 14 o más atracones a la semana (más de 2 atracones al día de media)
Incidencia del Trastorno de atracones:
Si bien no existen datos certeros sobre su incidencia, se estima que el Trastorno de atracones pueden afectar al 3% de la población.
Es más frecuente en mujeres (sólo el 25% aproximadamente son hombres).
La edad de aparición es más alta que la edad de comienzo de la anorexia o la bulimia, siendo la edad de aparición más frecuente entre los 23 y los 26 años.
Aparece casi en el 30% de las personas que buscan tratamientos para bajar de peso.
Causa del Trastorno de atracones:
No existe una causa única que explique el desarrollo de un Trastorno de atracones.
Por una parte, suelen existir, de forma muy frecuente, antecedentes familiares. Es decir, es mucho más frecuente que aparezca este trastorno la alimentación en familiares directos de personas que lo han sufrido.
Se relaciona muy frecuentemente con otros trastornos psicológicos que conlleven la pérdida de seguridad o autoconfianza de la persona en sí misma, con falta de autoestima.
Está también muy relacionado con el trastorno del control de impulsos.
Además, aparece también el trastorno de atracones, frecuentemente, asociado a otros trastornos psiquiátricos, con son los procesos depresivos, el TOC y los trastornos graves de ansiedad.
Es muy frecuente que las personas afectas del trastorno de atracones hayan realizados previamente múltiples dietas que, en muchas ocasiones, han sido muy restrictivas, conllevando posteriormente una sensación enorme de apetito.
Las consecuencias del Trastorno de atracones son múltiples y en ocasiones muy graves:
- Fundamentalmente ocasionan en la persona que lo padece la sensación de disfrutar de una muy mala calidad de vida.
- Aumentan sensación de falta de confianza y seguridad en uno mismo.
- Obesidad, con toda la patología orgánica asociada y consecuente a este trastorno, que provoca un aumento de la dificultad para la funcionalidad en su vida cotidiana.
- Deseos de aislamiento social, que pueden afectar a la vida relacional y a la laboral.
- Como ya hemos visto antes pueden aparecer de forma concomitante a otros trastornos psiquiátricos, pero a veces, el trastorno de atracones es causa, por sí mismo, de procesos depresivos o de ansiedad graves.
Tratamiento del Trastorno de atracones
El tratamiento debe estar realizado por un equipo multidisciplinar, en el que siempre debería aparecer como base el Médico de Familia y, a partir de él, también Psiquiatra, Psicólogo, Nutricionista y Endocrino.
El objetivo fundamental del tratamiento tiene que ser la reducción del número de atracones, pero también el conseguir hábitos de alimentación saludable (donde el papel fundamental de apoyo y control recaerá sobre endocrinos y nutricionistas).
El tratamiento psicológico en este trastorno de atracones es preciso, siendo necesaria la psicoterapia, ya sea individual o grupal, fundamentalmente de orientación cognitivo-conductual, para conseguir modificar hábitos así como mejorar la seguridad y autoconfianza de la persona.
El tratamiento psiquiátrico es también fundamental en el trastorno de atracones.
Los tratamientos farmacológicos que se utilizan en este trastorno son fundamentalmente los siguientes:
- Medicamentos antidepresivos: Fundamentalmente los fármacos pertenecientes al grupo de los Inhibidores de la recaptación de Serotonina, siendo específicamente la Fluoxetina el de primera elección en este trastorno, que mejora la ansiedad por comer de forma paralela a la mejoría del estado anímico, de la seguridad y de la confianza de la persona.
- Topiramato: Es un fármaco estabilizador del humor que reduce específicamente el apetito, a la vez que mejora el control de los impulsos.
- Benzodiazepinas: Son fármacos que no actúan directamente, como los anteriores, sobre la alimentación y el apetito, pero que al controlar la ansiedad mejoran el componente emocional que está en el origen y en las consecuencias del trastorno.
Probablemente en un futuro muy próximo utilizaremos con asiduidad otro fármaco que es la Lisdexanfetamina. Este es un tratamiento que está indicado en España para los Trastornos por déficit de atención con hiperactividad y que provoca una pérdida de apetito como efecto directo. En España aún no tiene aprobada la indicación para uso en el Trastorno de Atracones que sí aprobó ya la FDA en EEUU.
El ejercicio físico, como para casi todos los trastornos psiquiátricos, es también en el trastorno de atracones una actividad imprescindible para el control de este proceso clínico, que sirve para mejorar nuestra imagen corporal, conseguir una mayor estabilidad emocional y lograr el control de los impulsos.